viernes, 23 de noviembre de 2007

Guitarra

Este es un poema de Nicolás Guillén, que rinde homenaje a este hermoso y delicado instrumento que nos ocupa:


Tendida en la madrugada
la firme guitarra espera
voz de profunda madera
desesperada.

Su clamorosa cintura
en la que el pueblo suspira
preñada de son, estira
la carne dura.

Arde la guitarra sola
mientras la luna se acaba;
arde libre de su esclava
bata de cola.

Dejó al borracho en su coche,
dejó el cabaret sombrío
donde se muere de frío
noche tras noche.

Y alzó la cabeza fina
universal y cubana,
sin opio ni mariguana
ni cocaína.

¡Venga la guitarra vieja,
nueva otra vez al castigo
con que la espera el amigo
que no la deja!

Alta siempre, no caída,
traiga su risa y su llanto,
clave las uñas de amianto
sobre la vida.

Tómala tú, guitarrero,
límpiale de alcohol la boca
y en esa guitarra toca
tu son entero.

El son del querer maduro
el del abierto futuro,
el del pie por sobre el muro,
¡Tu son entero!

Nicolás Guillén (El son entero, editorial Losada)

jueves, 22 de noviembre de 2007

La música criolla en guitarra

En la actualidad hay pocos cultores de la música criolla en guitarra. Esa expresión que resultó de la amalgama de los cantos nativos y la música española, tal vez el único doloroso saldo positivo de los años de exterminio y represión. Esta música por supuesto, tiene sus propias leyes y técnicas, así como la expresión clásica o romántica europeas o el jazz y el negro spirituals afroamericanos tienen la propia.
En la guitarra, instrumento nacional y americano por excelencia, legado de los españoles, el indio y el gaucho también supieron sabiamente dar las bases de esa técnica. Posteriormente, músicos académicos argentinos con exquisito gusto, rigor y mesura, hicieron bellas obras que son verdaderas joyas dignas de estudio para comprender el sentido y el sabor del criollismo y el arte nacional.
De esta manera, la guitarra criolla se yergue distinguida en el mundo musical a la par de sus hermanas, la clásica, la andaluza, la del jazz o el blues. Seria en su manera, orgullosa y parca en el decir, elegante en su expresión. También sabedora de la estoica dignidad del pobre en la lucha diaria del subsistir.
La música criolla en general y la guitarra en particular, no admiten avances fuera del lento ritmo de la incorporación popular, estricta ley de la sabiduría oral que como músicos creadores hay que saber comprender. El arte nativo tiene tiempos históricos y no periódicos y menos aún mercantiles. Así, quedan grabados en su hechura sucesos históricos y procesos colectivos, sentires, dichas, tristezas e injusticias vivenciadas por el pueblo. Por esto mismo, representa a todos sin excepción , por encima de sectores y clases. Una verdadera bandera.