viernes, 23 de noviembre de 2007

Guitarra

Este es un poema de Nicolás Guillén, que rinde homenaje a este hermoso y delicado instrumento que nos ocupa:


Tendida en la madrugada
la firme guitarra espera
voz de profunda madera
desesperada.

Su clamorosa cintura
en la que el pueblo suspira
preñada de son, estira
la carne dura.

Arde la guitarra sola
mientras la luna se acaba;
arde libre de su esclava
bata de cola.

Dejó al borracho en su coche,
dejó el cabaret sombrío
donde se muere de frío
noche tras noche.

Y alzó la cabeza fina
universal y cubana,
sin opio ni mariguana
ni cocaína.

¡Venga la guitarra vieja,
nueva otra vez al castigo
con que la espera el amigo
que no la deja!

Alta siempre, no caída,
traiga su risa y su llanto,
clave las uñas de amianto
sobre la vida.

Tómala tú, guitarrero,
límpiale de alcohol la boca
y en esa guitarra toca
tu son entero.

El son del querer maduro
el del abierto futuro,
el del pie por sobre el muro,
¡Tu son entero!

Nicolás Guillén (El son entero, editorial Losada)

1 comentario:

Sóra dijo...

Muitos parabens pela belissima pagina e pelo enorme talento. Obrigado pelo teu comentario. Afinal temos talentos identicos.
se quiseres visita meu outro blog.
www.poemas-soltos.blogspot.com